Vikingos, el terror del Norte.

En Europa se les llama Vikingos a los «Hombres del Norte»,  situado su origen en la zona de Escandinavia (Noruega, Suecia y Dinamarca principalmente). Aterrorizaron el territorio europeo alrededor del siglo VI al XI, hasta ser integrados por la sociedad medieval. Una excelente fuente para conocer sus acciones es la llamada Crónica anglosajona, que redactada durante el siglo XI, se nos presenta como un diario de lo sucedido en Inglaterra en el transcurso de los siglos anteriores. Recordemos que mientras los vikingos invadían el norte de Europa, los musulmanes invadían el sur llegando hasta territorio francés.

 

En principio, los vikingos luchaban mayoritariamente a pie. Sus caballos eran pequeños del tipo islandes, con lo que los vikingos no tienen un cuerpo real de caballería. Los caballos son utilizados únicamente en batalla como montura para los líderes, los demás caballos vikingos son aprovechados como medio rápido de transporte a los campos de batalla, donde los jinetes desmontan para luchar.

Las distintas causas de intervención militar podían ser de las más variopintas, desde una simple disputa familiar, en pequeña escala, o ataques entre clanes, a gran escala, resultando batallas campales. Los ejércitos más grandes podían estar formados, según los escritos, por 4.000 o incluso 7.000 hombres.

Pero por lo general su número era bastante más reducido, dispersándose después de una campaña, o bien regresando a sus vidas como agricultores, comerciantes, artesanos, o incluso retomando la lucha uniéndose a otros en la guerra de bandas. Son memorables las celebraciones conjuntas de los vikingos, entonando cánticos a los dioses, y vaciando  barriles hasta dormir abotargados, el vino se repondrá al día siguiente con un nuevo asalto al poblado cercano.

 

Batallas y tácticas

Los vikingos no tenían ejército profesional, por lo que las tácticas y estrategias eran bastante rudimentarias. Ellos no luchaban en formaciones regulares, a pesar de que existía cohesión y lazos de lealtad entre los guerreros y sus señores. Nunca se llegó a entender el enfrentamiento en batalla como una disciplina, al contrario que el extinto ejército romano. El entrenamiento con armas lo iniciaban en la juventud con la caza, el deporte y las peleas. Los guerreros noveles eran aspirantes a buscar servicio bajo las armas de las comitivas de los famosos, con la esperanza de ser recompensado por sus servicios con botines, armas y fama. Por lo tanto a un líder le es necesario entrar en guerra con frecuencia con el fin de mantener a sus seguidores y mantener el poder frente a sus rivales. Pronto buscarían botines más alla de tierra firme, por lo que su flota naval se perfeccionó de tal manera que fueron ellos, los vikingos, los más temidos piratas del mar en la Europa Occidental durante los siglos VI-XI.

Son legendarios los famosos guerreros «Berserkers», cubiertos por pieles de oso, conocidos porque entraban, en los momentos previos al combate, en un frenesí de adrenalina y locura tan intensa, que inducían al pánico a todo aquel que estuviera en su camino. Se dice incluso que eran capaces de pasar por alto el dolor de sus heridas bajo esta posesión brutal, es lo más cercano al suicidio heroico-voluntario, bajo la creencia ciega de que Odín, dios de la guerra, les otorgaba protección y poderes sobrehumanos por lo que no tenían ninguna necesidad de llevar armadura.

Bajo estas premisas los vikingos preparaban la batalla de forma simple y con pocas variantes. En primer lugar se tomaba a los guerreros más jóvenes como cuerpo de línea principal, con sus escudos superpuestos en un verdadero «muro de escudos» para una mejor protección. Sus jefes se hacían acompañar de un pequeño séquito de guardaespaldas seleccionados. El grupo de los más veteranos formaban en apoyo por detrás de los jóvenes como elemento de empuje y apoyo a los novatos frente a ellos y como seguro de retaguardia, en caso de retirada.
El proceso de batalla era muy sencillo. Se iniciaba la batalla arrojando a la línea enemiga una lluvia de lanzas dedicada a Odín, recordemos que todo se auspiciaba bajo la bendición de los dioses ancestrales nórdicos; y esto era seguido por una lluvia de lanzas secundarias, flechas y otros proyectiles. Si esta escaramuza a distancia no era suficiente para provocar la retirada del contrario, se pasaba al avance de los grupos de clanes que formaban el ejército. Asi por ejemplo, una táctica habitual consistía en el avance de los extremos del ejército tratando de abrirse paso intentando cercar al enemigo, buscando capturar o matar a sus líderes para conseguir el desmoralizamiento instantáneo.

El comandante vikingo, con muchos años de batallas sobre sus hombros, conocía la mejor manera de lograr el objetivo de someter al contrario. La estrategia era sencilla pero efectiva, mediante una formacion de 20 ó 30 guerreros de lo mas corpulentos dispuestos en forma de cabeza de flecha avanzaban hacia el enemigo gritando y aullando como bestias chocando contra una linea enemiga defendida por hombres preocupados en sostener su escudo como única posibilidad de supervivencia. Esta formación en flecha era conocida como el svinfylking, o «formación de jabalí» inspirada, como se ve, en un método fundamentado en el empuje y peso de estos bravos guerreros, seguidos de el resto del ejército.

Tras la batalla llegaban los muertos y heridos, muchos de ellos con partes amputadas, siendo recogidos por sus compañeros y llevados al barco del que habian descendido. La tradición considera a los líderes vikingos dignos de una última ceremonia en la que son devueltos a los dioses en su último paseo en barca donde arderán con los máximos honores. El resto de soldados caidos arderá igualmente pero en tierra firma, en una pira funeraria que podía ser de índole individual o colectiva, con lo que evitaban enfermedades de la descomposición. Posteriormente también se extendio la costumbre de enterrar el cuerpo con sus pertenencias características (armas, joyas, etc) antes aún que el cristianismo llegase a Europa.

 

Las temidas incursiones vikingas.

Los poblados medievales vivian atemorizados ante la amenaza de una incursión vikinga. Su visita sólo tenía consecuencias nefastas, donde la única esperanza era la de seguir con vida ya que todo lo demas era violado o robado por violentos guerreros capaces de luchar entre ellos mismos por el mejor botín.
Durante los primeros siglos de la Edad Media, la vida violenta y la batalla era algo habitual, pero el temor infundido por los vikingos se extendió por toda Europa después de la ocupación romana, ahora todo aquel orden y seguridad romana había caido.
El miedo era el mejor arma de su arsenal y muchas veces su sola presencia en el horizonte de los poblados provocaba el abandono de sus habitantes con el consecuente pillaje a placer de estos temidos guerreros. Si el poblado asaltado oponía resistencia era muy probable que acabase todo en llamas con el consecuente pillaje y rapto final de mujeres.

 

Barcos

Los vikingos eran maestros audaces del mar. Sus barcos rápidos de madera, equipado con velas y remos, les permitió montar ataques piratas en los monasterios y asentamientos costeros de las Islas Británicas, Europa occidental y más allá. El pequeño calado de estas naves permitía no sólo navegar por mar a toda vela, sino también llegar a tierra adentro navegando por los ríos a fuerza de remo, sorprendiendo a las fuerzas locales antes de que pudiera huir. Estos barcos debido a su pequeño calado no necesitaban puertos con la considerable ventaja de poder abordar las playas. Monasterios costeros y casas religiosas fueron especialmente vulnerables a las incursiones vikingas en la costa este de Inglaterra. Un monasterio a menudo guarda objetos de valor de oro y plata, y debido a su naturaleza pacífica, no estaba fuertemente custodiado. No hubieran sido conocidos estos hombres, si no llega a ser por sus barcos.

Estos se construían con madera de encina por ser la más dura de aquellas latitudes y por dejarse cortar radialmente. Cuando escaseaba, o no había madera de encina, las partes menos importantes se construían de otro tipo de madera (arce, abedul, haya, fresno, álamo, etc).

Utilizaban tres tipos fundamentales de barcos:

• Schniggen, donde cabían aproximadamente 40 remeros y que estaba capacitada para llevar 100 guerreros más.
• Skeidhs, con 50 remeros y un codaste (popa) más alto y con mejor aparejo que los Schniggen.
• Drakken (barcos dragones), tenían capacidad para llevar 60 remeros. Se les llamó Drakken porque en la proa llevaban una cabeza de dragón para infundir terror.

Los barcos vikingos no eran dirigidos por medio de un timón, sino por un solo remo montado en el lado de estribor. Podían alcanzar una velocidad media de 10 a 11 nudos, o incluso algo más en periodos cortos. Las tripulaciones se hayaban sentadas en bancos situados en cubierta, mientras que en su interior podían trasnportar un máximo de 100 o más guerreros. Por no contar también a los caballos de carga y provisiones también incluídos en las bodegas, si es necesario.
Figuras temibles se crean en proa y popa como una señal de la intención bélica, sobre todo en los Drakken, subrayada por las filas de escudos montados a lo largo de los costados como defensa para los proyectiles y como señal de barco guerrero y agresivo. Las incursiones en alta mar de un solo barco eran bastante frecuentes y, antes del año 850, las flotas rara vez constaban de más de 100 barcos.

El objetivo no era destruir las naves enemigas, sino capturarlas intactas si es posible, ya que representan una inversión considerable en tiempo, recursos y mano de obra. Además del consiguiente botín que transportaban en su interior.

 

Armas ofensivas

Las principales armas ofensivas vikingas son: la lanza, espada y hacha de batalla, y circunstancialmente también los arcos-flechas junto a otros proyectiles. Las armas no se realizan sólo para la batalla, sino también como símbolo de estatus social y riqueza de su propietario.

Finamente decoradas con incrustaciones de metal trenzado y otros adornos en plata, cobre y bronce segun el poder de su propietario.

 

-Lanza:

Es el arma más utilizada por su fácil elaboración, con una hoja de hierro en un eje de madera de 2 a 3 m de longitud. Es utilizada tanto como arma empuñada y también como arma arrojadiza. Las cuchillas tienen forma de hoja ancha y punta larga. Existe la leyenda de lanceros capacitados que han sido capaces de lanzar dos lanzas a la vez con las dos manos, o incluso coger una lanza al vuelo y devolverla de nuevo con efectos mortales.

 

-Espada:

Es muy costosa de fabricar, por lo que se reserva su uso a los hombres de alto rango. Las espadas son generalmente de doble filo y su longitud puede llegar a alcanzar hasta los 90cm. Protegidas por fundas realizadas en madera y cuero. Las primeras hojas son realizadas con mezcla de tiras de hierro y acero forjado junto, con la adición de un borde endurecido afilado. Más tarde, las hojas se realizan de forma homogenea en acero. Muchos artesanos vikingos añaden a la empuñadura una elaborada decoración de firm apersonal, llegando a personificar la leyenda de muchas espadas bautizándolas, con nombres como el de «Empuñadura de oro».

 

-Hacha de guerra:

Arma que sustituye el uso de la espada entre los guerreros debido sobre todo a su coste más económico, su uso es aún más agradecido en combate abierto debido a la inercia del arma que frente a una espada la vence en potencia por la diferencia de pesos. El legendario ataque con hacha, a dos manos, es un desarrollo tardío, típico de finales del siglo X y XI. Este tipo de hacha podía lanzarse a media distancia siendo lo suficientemente potente como para decapitar a un caballo. Tenía que ser balanceado con las dos manos (similar al actual lanzamiento de martillo olímpico). El único inconveniente de usar el hacha es que el propietario no puede sostener un escudo al mismo tiempo, por lo que avanzará en el combate a cubierto detrás de la línea del frente de los guerreros, preparado para surgir en el momento oportuno y asestar un golpe atroz al enemigo.

También una táctica temida era la de arrojar un tipo especial de hacha de doble filo preparada para este uso, provocando el pánico entre sus adversarios ya que sentían cómo se apartía el escudo en el impacto en el mejor de los casos, cuando no cercenaba una extremidad o cabeza; el único inconveniente era que dejaba desarmado a su portador  al ser arrojada, frente al enemigo.

 

-Arcos y Dagas:

Armas de uso secundario para la tribu vikinga. Los arcos son aportados a la tradición vikinga a través de las incursiones realizadas a territorios de Oriente. Pasando luego a las costas inglesas, haciendo de los arcos la herramienta fundamental de los nativos ingleses, convirtiéndose en los mejores arqueros de toda Europa. Las dagas son un arma básica en la vida cotidiana para cortar cualquier  cosa: cuerdas, comida, etc.

 

Armas defensivas

-Escudo:

Para la defensa se utilizaban escudos circulares de hasta un metro de ancho. Estaban hechos de tablas de madera y tenía un agujero central tapado por una plancha de prensión manual, el cual fue clavado en la parte posterior de los tableros. Una cúpula de hierro se colocaba sobre el agujero para proteger la mano. Exteriormente fueron cubiertos de cuero, con un borde de unión también de cuero o metal.

Sus decoraciones son basicamente pintadas con patrones simples, o en casos especiales con escenas mitológicas y héroes ancestrales. A partir del año 1000, el escudo continental, con forma de cometa fue el más empleado, lo que dio más protección para las piernas.

 

-Cota de mallas:

El cuerpo se protegía con una cota de mallas que llegaba como mínimo hasta la cintura. Cota de malla consistente en aros entrelazados con los extremos superpuestos, formado por un alambre enrollado alrededor de una barra y luego cortando a lo largo de la longitud de la varilla. Era una fabricación muy elaborada y lenta, por lo que era muy cara, reservada únicamente a los líderes. Era esencial llevar por debajo un grueso acolchado para absorber la fuerza de los golpes de espada o las huelgas de flecha. La armadura de placas no la emplearon, en cambio, la armadura de escamas o laminar si fue utilizada puntualmente, procedente de Oriente.

 

-Piel de reno:

La piel de reno fue utilizada como armadura también y fue supuestamente más eficaz incluso que la cota de mallas, pero su autenticidad es difícil de resolver.

 

-Casco:

El casco también fue usados principalmente por la élite dirigente. Cascos elaborados por herreros de gran habilidad, incluyendo en el diseño de la cúpula de hierro básica, elementos supletorios como un visor protector, un pico en la corona, incluso costados laterales protegiendo la exposición del cuello ante la guardia baja. Entre la tropa regular estaba extendido el casco, o gorro de protección, realizada en piel animal, considerado un gorro vikingo contra el frio. Las ilustraciones que muestran cascos con cuernos tan carácterísticos, proceden más de la leyenda que de la realidad; ya que ni los vikingos llevaban estos gorros, ni los romanos, por ser romanos, llevaban coronas de laurel en la cabeza.

 

Películas vikingas

Se han realizado diversos largometrajes de los guerreros vikingos hasta el dia de hoy, pero ninguna de ellas ha podido superar a «Los vikingos» (1958), protagonizada por un sublime Kirk Douglas. Otras películas son: «Utlaginn«, película sueca (1981), «Erik el vikingo» (1989),  «El guerrero nº 13» (1999),  «El guía del desfiladero» (2007), «Beowulf» (2007), «Outlander» (2008), «Vicky el Vikingo» (2009), «Valhalla Rising» (2009),  «Thor» (2011). Muchas de ellas de dudosa calidad artística-histórica.

También se han representado series de dibujos animados como «Vicky el vikingo» (1974). O largometrajes animados como «Asterix y los vikingos» (2006), «Cómo entrenar a tu dragón» (2010). Para pasar el rato.

<<Revivamos, por tanto, la legendaria película: «Los Vikingos»>>: