El heroico Cabo Noval, 29 de Septiembre 1909.

28 septiembre 2012

Luis Noval Ferrao nació el 15 de Noviembre de 1887 en Oviedo (España) y ha pasado a la historia por ser un héroe militar durante la Guerra de Melilla, en territorio marroquí.

No era un militar típico de carrera ya que a sus 22 años como todos los muchachos de la época se vió arrastrado a realizar el servicio militar obligatorio de la época, formando parte de la quinta del 1908 y entrando a formar parte el 4 de Marzo de 1909 del Regimiento de Infanteria Principe nº3 en Asturias donde alcanza el rango de Cabo en su preparación militar. Tras apenas 6 meses de formación y sin haber tenido ninguna otra experiencia «real», parte con la expedición de su regimiento rumbo a la Guerra en tierras de Marruecos. Todos pensaban que era una fácil misión de contención frente a tribus primarias desunidas. La infravaloración del enemigo por parte de los mandos saldría cara a España.

Mientras llegan las tropas desde Asturias al puerto de Melilla, recordemos la situación de España en esos momentos en los que reinaba Alfonso XIII y gobernaba Antonio Maura

Maura y Alfonso XIII

Tras las deshonrosas pérdidas de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, España buscó una mayor presencia en el norte de África, logrando en el reparto colonial efectuado en 1904 y en la Conferencia Internacional de Algeciras de 1906, el control sobre la zona norte de Marruecos, mientras que Francia, con el beneplácito de Alemania y Gran Bretaña, se quedaba con más del 90% del territorio marroquí.

A España siempre le ha interesado que la zona más próxima a sus ciudades africanas se mantuviera en calma porque de esa manera aseguraba que se mantuviera un status quo de tranquilidad en sus dominios. Recordemos que tras la Conferencia Internacional de Algeciras se le reconoce a España la influencia territorial sobre las ciudades de Ceuta, Melilla, la colonia española de Tánger, y la explotación minera del Rif.

 

Cuando España reconoce al Sultán de Marruecos, Ab-el-Aziz, en el año 1907 le impone, como es lógico para sus intereses, el compromiso ineludible de pacificar el rebelde territorio del Rif, aquel que se encuentra justamente junto a sus dos enclaves africanos, porque desde hacía ya algunos años un personaje conocido como «El Roghi» era el que dominaba realmente la zona, usurpando la autoridad del Sultán y creando una inestabilidad que no era bien vista por los ojos hispanos.
Además de hacerse con el puerto de la Restinga, que se convirtió inmediatamente en un centro de contrabando de armas.

La excusa para comenzar la penetración por el Rif, sin romper los acuerdos de Algeciras es perfecta. El Sultán se había comprometido a mantener el orden en la zona cercana a Melilla, sin embargo fue incapaz de ello, habilitando a los españoles a ocupar posiciones en el Marruecos para proteger y mantener sus intereses económicos en las minas del Rif y la defensa de Melilla. Por lo que los españoles ocupan la zona de La Restringa y poco después Cabo de Agua.

Muleyl Hafid

Al año siguiente, en el 1908 el trono del Sultán Ab-el-Aziz está en franco peligro. Su hermano Muley Hafid se ha levantado en su contra y se ha iniciado una abierta guerra civil por todo el país. En muy poco tiempo el hermano rebelde ya controla la zona interior de Marruecos. El Sultán incapaz de dominar la situación abdica en presencia francesa lo que llevaría a una situación de indefensión de las tropas españolas desplegadas por el Rif.

Un grupo de obreros españoles que trabajaban en Beni bu Ifrur fueron sorpresivamente atacados el día 7 de octubre por fuerzas rifeñas. El Roghi, que quería ganarse la confianza de los españoles lo más rápidamente posible (porque en ello le iba la cabeza), castigó con excesiva dureza a los responsables de la agresión, lo que motivó el levantamiento de las tribus de la zona y la posterior huída de El Roghi.

El nuevo Sultán marroquí había pedido ayuda directa a España para modernizar su ejército, a lo que España se opuso ya que según lo acordado en Algeciras, se debía abrir un concurso internacional para suministrar armas a Marruecos, lo que provocó un cierto grado de hostilidad del monarca con los españoles y consecuentemente una despreocupación por parte del Sultán de la desobediencia anárquica de las tribus del Rif.

Los franceses, mientras tanto, pretendían sacar partido de la situación de inestabilidad entre Marruecos y España y se disponían a hacerse cargo de las minas del Rif ante la inoperancia española. Y por otro lado estaba Melilla, ahogada por la situación de inestabilidad y sitiada comercial y económicamente.
El ejecutivo español pareció despertar de su largo letargo y decidió finalmente la explotación de las minas de su zona aunque tuvieran que estar protegidas por el ejército, antes de que lo hiciera Francia.

Es de gran importancia el hecho que sucedió el 9 de julio de ese mismo año cuando cuatrocientos kabileños atacan a un destacamento militar que protegía a los obreros del ferrocarril de la Compañía de Minas del Rif, donde se producen cinco muertos teniéndose que replegar el resto hasta Melilla. El gobernador militar de la ciudad, general Marina, reacciona y hace contratacar al ejército español, inicialmente sufriendo una fuerte oposición rifeña que logra vencer para finalmente represaliar duramente a los insurgentes. Con ello las tropas españolas toman diferentes puntos estratégicos en la zona cercana a Melilla.

El general Marina pide refuerzos al gobierno pues la ciudad ha quedado bastante desguarnecida tras el despliegue militar. Con lo que el gobierno de Maura envía a la Brigada de Cazadores de Barcelona, lo que propicia los primeros disturbios en la Ciudad Condal. El poder librarse del servicio militar con 1.500 pesetas de la época fue la chispa que desencadenará la llamada «Semana Trágica» avivada por las clases menos pudientes.

«Morirán unos cuantos soldados, ascenderán otros cuantos, enseñaremos una vez más nuestro desbarajuste, nos pondremos por centésima vez en ridículo llamando al tiroteo escaramuza; a la escaramuza, acción de guerra; al encuentro de avanzadas, combate; al combate, batalla campal; enviaremos más generales que coroneles, más jefes que oficiales, más oficiales que soldados, más promesas que realidades, y por todo sacar, sacaremos una cosa: sangre al pueblo y dinero al contribuyente […] Yo digo que ir a Marruecos es la revolución, y al decirlo sirvo a la Patria y al Rey mucho mejor que haciendo creer al Rey y a la Patria que el ir a Marruecos conviene a la nación y a la monarquía.» (periódico Correspondencia de España 12-07-1909).

General Marina

Las acciones militares de los días 23 y 24 de julio a punto estuvieron de saldarse con un auténtico descalabro militar, finalmente las tropas pudieron regresar a duras penas hasta Melilla, eso si, con un gran número de bajas.

Marina, preocupado por el rumbo que estaba tomando la situación, decidió enviar suministros a las posiciones avanzadas por si estas se veían en la obligación de resistir por algún tiempo hasta que se consolidasen los refuerzos esperados de la península. El avance debía hacerse por un lugar cercano al Monte Gurugú y denominado «el barranco del lobo» donde los rifeños esperaban apostados el paso de la columna española.

 

 

Resultando un desastre, las tropas españolas caen víctima de la emboscada y de la incompetencia de los hombre que las comandaron. Más  de 1.000 víctimas españolas.

Pero no todo fueron desgracias. Con el contingente de Barcelona ya asentado en tierras africanas y la llegada el día 14 de SepTiembre del Regimiento Príncipe nº3, el mando español ordena dar el golpe final para acabar con los continuos ataque kabileños que se suceden en contra de la ciudad de Melilla. Es el día 20 de septiembre cuando se pretende conquistar la península de Tres Forcas. En ese intento destaca la hazaña de José Cavalcanti, comandando el escuadrón de caballería de Cazadores de Alfonso XII, que efectúa la famosa «carga de Taxdir» contra la Harka que tenía rodeado al Batallón de Cazadores de Cataluña y logra romper el cerco. El número de enemigos en proporción es aproximadamente de 10 contra 1.

 


Cavalcanti lanza una segunda carga contra la Harka, sufriendo e infligiendo numerosas bajas al enemigo y después una tercera, prácticamente al paso porque los caballos estaban absolutamente extenuados, en esta última se aprovecha para retirar las bajas españolas. Seguidamente José Cavalcanti mandará ocupar una posición hasta que llegó en su ayuda el Batallón de Cazadores de Tarifa. Con estos actos los españoles acabarán dominando toda esa área, la península de Tres Forcas, tan importante para la seguridad del asentamiento español de Melilla.

Tan solo dos días después, el 22 de Sepiembre cae el zoco de el -Had de Beni Sicar (a 7Km de Melilla) interviniendo la tropa del Regimiento Príncipe nº3 comandadas por general Sotomayor; y también cae Hidún ante las tropas de Tovar. Pero será el desgraciado día 28 cuando en las inmediaciones del campamento español de Beni Sicar donde se asentaban los soldados del batallón del Príncipe nº3, encontraría la muerte el cabo Noval.

Recordemos que las posiciones en el campamento de Beni Sicar no habían alcanzado el nivel adecuado de fortificación. Las defensas se construían a base de muros de piedras del lugar y sacos terreros, que todavía no cerraban el perímetro, pero todo su contorno sí estaba protegido por alambradas. Por ello, por la noche, a fin de aumentar la seguridad de la posición, se adelantaban puestos de centinelas dobles, a modo de escuchas, y unas patrullas recorrían los intervalos entre ellos.

Campamento español en Marruecos

En uno de esos intervalos en la oscuridad de la noche fue asaltado el cabo Noval a cuyo cargo estaba en ese momento el flanco derecho del campamento en el perímetro exterior. Fue retenido por la avanzadilla de un numeroso grupo de insurgentes, 1500 rifeños que intentaba asaltar el campamento español con la complicidad de la noche cerrada. Ahora los rebeldes con su nuevo prisionero tratan de emplearlo como llave para acercarse a una de las entradas del campamento y no ser disparados. Era las 2:30 de la madrugada cuando a distancia visual de la alambrada le exigieron que gritase el santo y seña de esa noche entre la guardia española y sintiendo sobre su cuello la presión de un cuchillo, exclamó: ¡Alto el fuego que somos españoles!, a cuyas voces el primer teniente D. Evaristo Álvarez, al distinguir al cabo Noval que llegó hasta las alambradas, mandó hacer alto el fuego, lo que oído por el cabo, gritó seguidamente desembarazándose momentaneamente de su captor: ¡Tirar, que vengo entre moros! ¡Fuego! ¡Viva España!. Se rompió la calma con rafagas de disparos por ambos bandos hasta que llegaron los refuerzos al puesto de Guardia con lo que se rechazó al enemigo no sin pocas pérdidas. Las bajas españolas fueron 1 comandante y 9 de tropa muertos; 1 capitán y 15 de tropa heridos y 1 teniente y 1 soldado contusos. Al amancer y una vez hecha la descubierta, se encontró el cadáver del cabo Noval, abrazado a su fusil, con la bayoneta calada teñida en sangre, y próximo al mismo un moro muerto, que entre otras heridas de arma de fuego, tenía atravesado el pecho de un bayonetazo.

Al día siguiente, el día 29 y no muy lejos de allí el general Arizón corona los 885 metros de altura del monte Gurugú, que dominaba Melilla, y desde el cual los rifeños disparaban sus cañones sobre la ciudad. Pero a continuación los españoles reciben un revés en Jemís y el monte Gurugú se pierde ante la dura acometida rifeña y debe ser una vez más reconquistado, por lo que las últimas operaciones militares se extienden hasta finales del mes de noviembre.
Esta victoria no consigue salvar al gobierno de Maura que después de los hechos acontecidos en Barcelona (la Semana Trágica), y sus posteriores derivaciones y con la impopular guerra de Marruecos pierde la confianza del rey Alfonso XIII y es sustituido por Moret. La guerra está concluida «victoriosamente», aunque se tardará mas de un año en firmar la paz oficial con el Sultán, propietario del Rif.

Nuestro Cabo Noval con apenas 7 meses luciendo el uniforme y tras 14 días en Africa entregó de forma heroica su vida. Y allí se le enterró en el cementerio de Melilla, territorio español. Con este grabado:

El cementerio de los Heroes del Rif

DISTE TU VIDA POR LA PATRIA
ESCRIBIENDO HERMOSA PÁGINA
DE GLORIA EN LA HISTORIA
DEL INVICTO EJÉRCITO ESPAÑOL
COMO BUEN HIJO Y MEJOR PATRICIO.
CABO NOVAL EN ÁFRICA.

Su acto fue reconocido ampliamente recibiendo la máxima condecoración al valor en campaña: la Cruz Laureada de San Fernando de 2ª Clase. Mérito solicitado el 13 de Octubre de 1909 a petición del General Sotomayor, general de su División en Melilla.

Desde el periódico La Vanguardia de Melilla se comunicó la noticia de su muerte el día 02 de Octubre  al igual que la petición de la Laureada el día 13.

En su memoria se levantó en Madrid, en 1912, el monumento que se encuentra en la Plaza de Oriente, en el jardín formado entre las calles San Quintín y Pavía. Realizado por Mariano Benlliure con los fondos de una suscripción abierta por una asociación de mujeres.

En el pedestal, aparece grabada la siguiente inscripción: «Iniciado por mujeres españolas, se eleva este monumento a la gloria del soldado Luis Noval. Patria, no olvides nunca a los que por ti mueren».

El monumento, que simboliza el heroísmo del soldado español, está dedicado al cabo Luis Noval Ferrao, muerto en la campaña de Marruecos de 1909 y condecorado con una Laureada de San Fernando.

 

 

El 24 de octubre de 1916, regresaron los restos del Cabo Noval a Oviedo, donde se le enterró, bajo el monumento que se le había dedicado, levantado en el cementerio del Salvador, obra de Víctor Hevia.

Hoy en día el Regimiento Principe nº3 , también llamado «El Osado«, sigue en activo en el acuartelamiento Cabo Noval, en Siero (Asturias).

<<Nunca olvidaré el olor característico de los eucaliptos desde la torreta de guardia… Sirva este recuerdo como homenaje a los que allí vivimos grandes momentos>>

Comentarios en "El heroico Cabo Noval, 29 de Septiembre 1909."

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  1. juan miguel Guzmán enero 29, 2014 a las 15:20

    Por ese cabo, por todos esos hombres de honor del tercio de Lombardia, por ese Regimiento de Infantería Príncipe n 3, nunca olvidemos a los que dieron su vida por la patria. Nunca, abandonaremos a esos soldados, que dieron lo mejor de si mismo durante casi 5 siglos. Soldados, suboficiales , oficiales y jefes. Vuestra es ahora la honra de ese Ejército Español, en estos tiempos de tinieblas. Si estais en la Rilat actualmente, no olvideís nunca a vuestros compañeros de armas. Ser los mejores. Teneís sobre vuestros hombros la historia, de la infantería española. Allí serví con los mejores compañeros que en la vida uno puede tener.
    España se merece tener la historia que nos quieren arrebatar. España no es mia , es de todos los españoles que dieron su vida, por su patria. Os saluda un simple soldado que en su dia sirvió en unos de los mas gloriosos REgimientos de Infantería del mundo.

  2. adrianapolis enero 29, 2014 a las 15:50

    Grandes PALABRAS!!!

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