La batalla de Vitoria – 21 Junio 1813.

21 junio 2013

Antes de comenzar a desarrollar la Batalla de Vitoria (Battle of Vitoria) debemos entender los orígenes de este acontecimiento… Y es que, por aquellos tiempos de 1808, España sufrió la invasión consentida de un numeroso grupo de tropas napoleónicas desde la frontera francesa. Previamente Napoleón ya había convencido a la mayoría, de que era amigo de los españoles y que sólo quería una vía para llegar a Portugal y bloquear, con ello, los puertos lusitanos a los mercantes británicos. Pero la realidad era otra distinta y lo que iba a ser una situación puntual se convirtió en una conquista en toda regla que tendríamos que sufrir hasta el año 1814.

En España, desde el 1808 hasta el 1811-12 los franceses mantuvieron su superioridad militar, hasta que llegó el año 1812. Recordemos que… en el año 1812 las tropas napoleónicas ya sufrieron un duro revés en su intento de dominio de la península ibérica, perdiendo el 19 de Enero, Ciudad Rodrigo; y el 6 de AbrilBadajoz. Pero será el 22 de Julio cuando sufran el mayor descalabro militar enfrentándose en una batalla campal en las proximidades de Salamanca. La llamada «Batalla de los Arapiles» donde los franceses sufrieron una contundente derrota que les empujó estratégicamente hacia el norte del Duero. Allí consiguieron reorganizarse y tomar aire; gracias a un error de su perseguidor, el comandante en jefe de las fuerzas británicas, Arthur Wellesley «Duque de Wellington», ya que se empeñó en asediar el castillo de Burgos durante días y días para tener que desistir finalmente, lo que fue desmoralizante para sus tropas y una bocanada vital para los imperiales. El asedio fallido al castillo de Burgos (19 Septiembre 1812) significaría una mancha en el expléndido historial de Wellington. Los franceses pasaron entonces  a la ofensiva y desde Burgos empujaron a su enemigo anglosajón, hasta Portugal.

Wellington / Jose Bonaparte

Pero ahora las malas noticias llegaban del exterior, ya que Napoleón ordenaba retroceder a su hermano José, rey de España, desde Madrid hasta Valladolid, debido a las recientes derrotas en la campaña de Rusia que amenazaba la superioridad en toda la frontera imperial. José Bonaparte abandona Madrid el 17 de Marzo de 1813, permaneciendo el Estado mayor en Valladolid…, por si las moscas. Mientras, los aliados al mando de Wellington, consiguen numerosos refuerzos desde Portugal y reanudan la Campaña. Cruza al fin la frontera lusitana el 22 de Mayo del mismo año. Y es aquí donde comienza una carrera imparable que llevará a las tropas napoleónicas desde Madrid hasta Vitoria en menos de 30 días.

Inicialmente los movimientos de las grandes columnas aliadas pone en alerta a la Plana Mayor francesa que toma la decisión de abandonar Madrid el 27 de Mayo para no verse acorralado por unas fuerzas superiores. Será una carrera en paralelo. Partiendo los aliados desde Salamanca y los imperiales desde Madrid, siempre hacia el norte. Sufriendo continuas refriegas en las zonas que ambos caminos se volvían adyacentes y rectificando en las situaciones no deseadas.

Jean-Baptiste Jourdan

José Bonaparte, el rey de España en ese momento, estaba especializado en la abogacía pero no conocía, ni de lejos, el mundo militar, para ello se valía del Mariscal Jean-Baptiste Jourdan como estratega en Jefe. Con él pudo realizar la complicada tarea de comandar 3 poderosos ejércitos: el «Ejército del Centro» originalmente diseñado para José Bonaparte con 25.000 hombres en Julio de 1811, ahora en manos de Drouet D’Erlon con menos de 13.000; el «Ejército del Sur» que llegó a tener 90.000 hombres para contar ahora con 26.500 y finalmente el «Ejército de Portugal» que  pasó de contar con 58.000 hombres a sólo 15.800. La retirada hacia el norte se realizaría en búsqueda de refuerzos por parte de las tropas francesas. Las deseadas tropas de Foy desperdigadas por Cantabria, Guipuzcoa y Vizcaya; y las de Clauzel centradas en Navarra. Pero ninguno de ellos se podrá sumar al cuerpo principal imperial que no pararía de enviar mensajeros en búsqueda de respuestas. El momento clave de esta carrera en paralelo llega cuando la marcha aliada gira hacia el Este, de forma contundente, cerrando el camino hacia Bilbao para cualquier intento francés. No queda entonces más vía de escape para los imperiales que el camino de Vitoria o el de Logroño, pero la ruta más corta hasta Francia pasa por Vitoria a donde llegan las tropas bonapartistas el 19 de Junio de 1813. El mismo día, la fuerza anglo-portuguesa-española ya domina las riberas de los ríos Omecillo y Bayas al Este-Noreste de la capital alavesa. Es el momento de seguir paso a paso la secuencia de los acontecimientos.

EJERCITO ANGLO-PORTUGUES-ESPAÑOL  (81.450 hombres y 96 cañones): Lider:  WELLINGTON (Arthur Wellesly).

EJERCITO FRANCES (57.825 hombres y 140 cañones):

Lider:  JOURDAN (Jean-Baptiste) / BONAPARTE (Joseph)

Nota del autor: En este artículo se ha tratado de representar los contendientes que libraron la batalla gráficamente  mediante rectángulos con el color característico de cada nacionalidad (ya sea por su uniforme o bandera nacional). A su vez también se ha tenido en cuenta el tamaño de cada agrupación para reflejar proporcionalmente los rectángulos de distintos tamaños, adecuados al número de integrantes dentro de cada uno. Obsérvese que una formación completa de caballería ocupa más que una formación, similar en número, de tropas de infantería en buena línea. También se ha querido reflejar durante el combate la fragmentación de una misma división en varias brigadas, realizando rectángulos proporcionales a sus integrantes. En cuanto a la orografía, se ha tratado de realizar un mapa topográfico real en que se sitúan las tropas a una escala similar al terreno, por lo que podremos hacernos una idea de las dimensiones reales de la batalla con el tamaño de las tropas acorde al terreno. Como anécdota…, se representa en el cuadro de arriba el tamaño que ocuparía la población de Vitoria en proporción a las tropas que se dieron cita en torno a la ciudad.

Soldados Aliados: español, británico y portugués.
Soldado francés

EL CAMPO DE BATALLA  MARCA LA ESTRATEGIA A SEGUIR:

Esquema de cómo se desarrollará la batalla el día 21 de Junio de 1813.  Reflejando las distancias que recorrerán las columnas aliadas hasta llegar a Vitoria. También la zona de donde se asentarán las tropas francesas en azul. Y a su vez se indican los montes y ríos que influirán en la batalla.

COMIENZA LA BATALLA DE VITORIA… (Click en cada mapa para ampliar).

Comenzamos 2 días antes. El día 19, cuando el grueso del ejército francés llega al interior de la Llanada Alavesa por el Camino Real. Mientras Reille se adelanta a proteger la entrada Oeste a la Llanada, en el camino de Subijana Morillas. Para el bando británico las tropas de Beresford comienzan a hacer su aparición en el escenario principal: Los anglo-portugueses de Cole desde Quincoces de Yuso y la División ligera de Alten más al sur por el camino de Espejo.  Al norte, Longa hace su aparición en Murguía donde esperará órdenes. Desde Vitoria se da la orden Real de movilizar el convoy francés estacionado en la ciudad con dirección Norte por el camino de Francia para evitar posibles aglomeraciones con las tropas que estaban acercándose a la capital Alavesa.

Finaliza el día 19, y el conjunto de tropas imperiales se resguarda y acampa en la Llanada, mientras José Bonaparte se acerca a Vitoria donde le abrirá las puertas de su Palacio la marquesa de MonteHermoso, allí dormirá en cama caliente. A su vez Reille enfrascado en el puente Subijana Morillas retrocede finalmente, rechazado por el fuerte empuje de las tropas de Cole y el temido flanqueo de Alten por Pobes. Desde el Oeste, el británico Graham hace su entrada por caminos abruptos que desembocan en Zuazo de Cuartango, donde deberá esperar nuevas órdenes.

Día 20, Longa con los españoles se dirige hacia el pueblo de Letona donde deberá esperar al resto de fuerzas británicas. Por lo que se ordena a Graham que envie el apoyo de las fuerzas Portuguesas para reforzar esta posición. Continúan llegando tropas británicas y portuguesas al río Bayas. Los movimientos cercanos a Letona son detectados por las tropas franceses que apenas les dan importancia movilizando a la mitad de la División Sarrut. A su vez se envía a la débil División CasaPalacio (Josefinos) hacia el Este intentando reforzar la posición en Durana, pueblo clave que preside la vía de escape hacia Francia.

Por la tarde llega el grueso de las tropas aliadas: Hill en Pobes, Dalhouise hacia Zuazo de Cuartango, y Beresford dirección Murguía posicionándose cerca de Longa. Todos estos movimientos se realizaron ocultos a la vista francesa. Mientras tanto en Letona las tropas francesas son rechazadas por los españoles ayudados por unidades portuguesas. No se observaban unidades británicas en la refriega , por lo que consideraba un flanco muy poco amenazante para la defensa imperial, la cual no tomará apenas medidas hasta el día siguiente.

Bajo la lluvia constante, y al abrigo de la noche, se da la orden de partida a un nuevo conboy desde Vitoria por el Camino Real dirección Francia. Será la veterana División Maucune la destinada a acompañar al conboy para ofrecerle su protección, División que permanecía hasta ahora en el centro de las fuerzas francesas. No saben que serán los últimos en utilizar el camino Real.

Comienza a salir el sol el día 21,  la «Batalla de Vitoria«. Momento en que las tropas aliadas avanzan cada una en su sector. Hill por la Puebla, Beresford junto a Nanclares, Dalhouise hacia Hueto Arriba, y Graham junto a Letona. Mientras…, las tropas napoleónicas permanecen acampadas en su «nido alavés»; no sospechan que, lentamente y en torno a ellos, empieza a cernirse las garras de un león multicolor.

Las tropas españolas de Morillo atraviesan el río Zadorra por La Puebla, y en vez de atravesar el estrecho callejón que forman los Montes de Vitoria junto al río, se dirigen con buen ánimo hacia las cumbres de estos montes para sorprender a los tiradores franceses. En otro lugar, no lejos de allí e independientemente del mando principal, las tropas guerrilleras de Espoz y Mina (Dos Pelos, El Fraile, y el Charro) se acercan cautelosamente por la carretera de Logroño.

Por la derecha, las tropas de Morillo consiguen apoderarse de las alturas (FOTO) y desde allí esperan hacer frente a las tropas que ven venir… unos pocos franceses de Maransin. Mientras, en el centro de la linea aliada, Picton es el primero en llegar a las cumbres cerca de Hueto arriba donde debe esperar a Dalhouise que se ha perdido inexplicablemente.

Uno a uno los batallones franceses, que intentan expulsar a los españoles de Morillo, son rechazados.  Además Stewart lanza a sus escoceses monte arriba en apoyo de los valientes españoles.  En el centro, la Brigada Kempt toma posiciones junto a la caballería ligera de grant frente al puente de Víllodas.  Más al norte, junto a Picton, llega Dalhousie con una sola Brigada (Grant); no se tienen noticias de las otras dos. Y en la izquierda aliada las tropas de Graham llevan tiempo impacientándose, deben esperar a que Dalhousie, a su derecha, inicie el combate. Por lo que se envía una avanzadilla portuguesa para otear el frente.

Por la derecha, las tropas francesas de Maransin continúan cediendo terreno por lo que se envía a la mitad de la División Conrroux para parchear la debilidad de ese ala. Detrás los 10.000 soldados de Stewart comienzan a entrar en el campo de batalla. Cerca de allí, en el centro, Picton no aguanta más, contempla la lucha que están librando las tropas llegadas de La Puebla y se lanza monte abajo hacia el puente de Momario, junto a Mendoza.

La defensa poco contundente realizada por los franceses en los montes de Vitoria, empieza a hacer mella en la tropa y se aprecian signos de desmoralización generalizado entre las lineas que ascienden para sustituir a los derrotados que corren monte abajo hacia Subijana y Zumelzu. Esto es aprovechado por las tropas de Morillo y Stewart que no dejan de avanzar hacia Subijana. En el centro continua la progresión de Picton hacia Martioda, acompañada por un hecho afortunado muy cerca de allí. Un habitante de Trespuentes muestra a la brigada Kent el camino libre que lleva al puente de su pueblo desguarnecido de tropas francesas. En el ala izquierda Graham recibe al fin la noticia que estaba esperando: Picton y Dalhouise se mueven, por lo que comienza a movilizar a todas las tropas a su cargo. Desde el centro de las líneas francesas se ordena a la División Cassagne dirigirse hacia Gardélegui junto a la caballería de Tilly para controlar los movimientos de tropas detectados en Castillo. Será un grave error emplear un número tan grande de hombres para cubrir ese flanco,… ¡son los españoles de la división Espoz y Mina!.

Los imperiales han perdido en el sur el dominio de los Montes de Vitoria, no les ha quedado más remedio que enviar a la fuerte División de Villate a las alturas para frenar el empuje anglo-español que a esta hora llega a coronar para dar relevo a la sufridas tropas de Maransin. El movimiento de Villate se realizará de forma oculta a los ojos británicos, por detras de unos montes. Más al Sur, en la carretera de Logroño la sóla presencia española de la División Espoz y Mina empuja a movilizar la caballería de Tilly e inexplicablemente al gran Cassagnne!!!. Mientras, en el centro, los británicos cruzan por Trespuentes y se apoderan de esa elevación amenazando el flanco de los franceses que defienden el puente de Margarita, los cuales presionados por las tropas de Picton retrocederán hasta el pueblo.

Por el sur los británicos sufrén un peligroso revés al ser emboscados por toda la División Villate que no habían visto ascender. Los españoles de Morillo permanecerán, a partir de ahora, en retaguardia por haber agotado la munición. En el centro los británicos de Picton/Dalhouise cruzan el río llenando la márgen francesa con 10.000 casacas rojas (mayoritariamente). Por la izquierda la fuerza aliada  repartida en dos columnas amenza la posición de Gamarra Menor que conquistan los españoles con facilidad, e igualmente, las tropas anglo-portuguesas se apoderan de Mendiguren y Aranguiz. Mientras los cazadores portugueses que orbitaban en pequeña expedición espían los puentes de Gobeo y Crispijana, defendidos por tropas francesas.

Las fuerzas de Picton ocupan las alturas de Jundiz expulsando a los franceses de Leval que retroceden hasta Ariñez. Cerca de allí en Margarita se aproxima la eufórica brigada de Picton agregada a la de Dalhouise. Más al sur las fuerzas imperiales tratan de reorganizarse infructuosamente retrocediendo en masa hasta la nueva línea marcada en Gomecha, donde se está preparando la Gran batería imperial de Tirlet. Pero el hecho más relevante a esta hora viene de la mano de las tropas españolas de Longa que frente a Durana arremeten contra españoles defensores de la causa napoleónica que se ven desbordados y buscan salvarse cruzando al otro lado del puente de Escalmendi. Desde este momento el camino a Francia quedará cortado para ellos.  En Vitoria cunde el pánico por las pésimas noticias que llegan desde Durana, por lo que numerosos afrancesados y diplomáticos comienzan a huir en sus carros por la estrecha carretera de Pamplona.

Las tropas de Villate afianzadas en las alturas de los montes contempla con espanto la marea azul que retrocede hacia Gomecha, y temiendo quedarse aislado comienza la huida por donde ha subido. La huida no deja de ser contagiosa para la moral de tropas a la defensiva y sólo unas pocas son capaces de mantenerse firmes. Margarita pasa a manos británicas, y sólo queda Ariñez como puesto adelantado en la linea francesa. Mientras, en el bando aliado, todas las columnas situadas en la reserva acompañan el empuje británico, siendo este avance generalizado, detenido puntualmente en los pueblos de Abechuco y Gamarra Mayor.

El pueblo de Lermanda es el siguiente en caer bajo el poderío británico. La línea francesa se situa en el lugar correcto, donde se le había asignado para proceder a la defensa de una línea más corta, para un número de tropas limitado, formado únicamente por: Cassagne, D’armagnac, la mitad de la división Darricoux, y Leval. En frente, más de la mitad del ejército aliado se encuentra en buen orden y con un ánimo pletórico. En este momento las baterías de artillería de ambos bandos comienzan un cañoneo terrible por encima de todas las tropas. Afortunadamente el campo esta plagado de numerosas zonas de arbolado y de campos de sembrado cercados con muretes de piedra, por lo que las veloces balas de hierro no cumplen su aterradora función. El interminable convoy que se estira hasta Matauco comienza a sufrir un fuerte atasco, provocado por accidentes de cientos de carros atascados, volcados o desenganchados.

La nueva linea francesa se rompe por dos puntos. Cae en manos británicas el pueblo de Crispijana defendido por Cassagne que no puede contener el empuje de Colville (Div. Picton) más el flanqueo de Vandeleur (Div. Alten).  Y el segundo y peor punto de rotura se produce en Zuazo, pueblo clave en el centro francés defendido por D’armagnac. Allí el resto de la División Picton con 5.100 hombres realiza una maniobra de envolvimiento imparable que provocará el pánico generalizado en los imperiales. Los cañones ingleses no pararán de disparar, señalando con sus trayectorias la dirección de retirada francesa.

A partir de ahora el terror se apodera de miles de hombres corriendo por caminos, saltando muros y tirando los morrales y  fusiles para aligerar el paso, deseando llegar a Francia. Sólo queda en buen orden la División D’armagnac que junto a las baterías francesas consigue retener temporalmente la marea roja. Pero en cuanto vean desbordado su flanco derecho por las brigadas británicas que están barriendo la margen sur del río, correrán para unirse a la huida.

Al igual que un castillo de naipes, se van abandonando las posiciones que hasta ahora han resistido como ocurre en el puente de Abechuco. Las brigadas de Howard cruzan por él. Las tropas francesas se entremezclan con el convoy atascado, no hay tiempo para la compasión. Cabe destacar que, ante la masiva huida imperial sólo la caballería (formada por dragones y cazadores) es capaz de cubrir oportunamente la retirada, frenando numerosos intentos de carga de infantería británica.

El General Álava (FOTO), mano derecha del Duque de Wellington, ordena a la caballería de húsares alemanes de Grant que le acompañe urgentemente para poder entrar en Vitoria los primeros, y una vez allí cerrar las puertas de la ciudad, donde ya no entrará ninguna tropa, ni aliada ni imperial. Es un bonito pasaje que salvó a la ciudad de ser arrastrada a un saqueo similar al sufrido en las ciudades de Badajoz y Ciudad Rodrigo.  La retirada francesa es total, pero se consigue imponer un orden dentro del caos, ya que en la desbandada no se produjeron las consecuentes masacres que suelen sufrir los huidos por los perseguidores. Además, ningún Águila portada fue capturada en combate durante la batalla ni en la retirada.  

Es el momento de decidir si se persigue o se deja huir a las tropas derrotadas para poder continuar el saqueo y obtener la recompensa, aun por descubrir, en el interior de cada carruaje imperial. Únicamente la caballería británica, que durante la batalla no ha entrado en liza, continuará la persecución de los franceses para intentar conseguir algo de gloria manchando los sables con sangre de los que corriendo se creían muertos. Las demás tropas aliadas permanecerán junto a Vitoria, olvidando el cansancio de sus doloridos pies y la boca seca de pólvora, dejándose llevar por los más bajos instintos en un dantesco paisaje de ruedas, vajillas rotas, caballos muertos y ropa de mujer hecha jirones.

FIN DE LA BATALLA.

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Cronología de los acontecimientos después de la batalla:

21-06-1813  En su precipitada huida, después de la derrota de la batalla de Vitoria, José Bonaparte llega a Arbulo, continuando hasta Salvatierra (Alava).
22-06-1813  Continúa la retirada del rey José, haciendo noche en Echarri-Aranaz (Navarra).
23-06-1813  El sequito del rey sale de Echarri a las cuatro de la mañana, entrando en Pamplona a las tres de la tarde.
25-06-1813  El rey José abandona Pamplona a las dos de la mañana.
26-06-1813  El rey José llega a Elizondo (Navarra).
27-06-1813  Llega a Vera (Navarra).
28-06-1813  Llega a San Juan de Luz (FRANCIA), pasando por Irún.
01-07-1813  El rey José es destituido por su hermano el Emperador, encargando el mando de las tropas francesas en España, al mariscal Soult.
12-07-1813  El rey José, entrega el mando del ejército de España, al mariscal Soult, retirándose a una casa en Saint-Esprit.
25-07-1813  Soult vuelve a invadir España por Roncesvalles con 25.000 hombres.
02-08-1813  Liberación de Zaragoza. Soult regresa a territorio francés, tras haber sufrido 5.000 muertos y heridos, y otros 3.000 prisioneros.
17-08-1813  Las tropas de Suchet salen de Tarragona y se retiran a Francia.
31-08-1813  Batalla de San Marcial. Este es  el último gran enfrentamiento en suelo español de la Guerra de Independencia, en lo sucesivo los grandes combates se librarán en el sur de Francia.
08-09-1813  Liberación de San Sebastian.
01-11-1813  Liberación de Pamplona.
10-04-1814  Batalla de Toulouse.
11-04-1814  Napoleón firma el Tratado de Fontainebleau.
17-04-1814  Fin de la Guerra Peninsular.

CONCLUSIÓN:

Victoria decisiva del bando aliado comandado por Wellington, a pesar de las bajas sufridas: 839 muertos y 4.040 heridos junto a 266 desaparecidos entre las fuerzas aliadas. Frente a 720 muertos, 4.118 heridos y 2.781 prisioneros en el bando francés. Además en manos aliadas cayeron 151 piezas de artillería francesa que dejaron abandonadas; prácticamente, toda la Artillería Imperial. Junto a un valiosísimo convoy formado por más de 1.000 vehículos entre los que se encuentran los fondos traídos desde Madrid, monedas, papel timbrado, obras de arte, etc. Será un golpe mortal para los Bonaparte en territorio español. 

CLAVES

  • La tremenda complejidad de la operación aliada, diferenciada en 3 zonas de ataque muy alejadas que debían operar una detrás de otra sin fallos. Superada con éxito finalmente.
  • Graves vacilaciones francesas el día 20 en el que no preparan un plan defensivo adecuado a las dimensiones del terreno a cubrir, Jourdan se encontraba ese día postrado y febril.
  • Para los franceses acampados defensivamente, la lluvia que cayó la noche del día 20, hasta la la madrugada del día 21 no presagiaba un ataque generalizado británico ese mismo día 21, por el consabido temor a avanzar sin proyectiles, con la pólvora mojada. El día fue soleado.
  • La incapacidad de José Bonaparte para el mando militar, unido a una querencia especial por la marquesa de Montehermoso, que en Vitoria daba cobijo a la Corte en su retirada hacia Francia.
  • El número de soldados imperiales dispuestos en cada zona a cubrir (puentes, pueblos, cumbres) era evidentemente insuficiente.
  • Los ansiados refuerzos de Clauzel, que tanto esperaba Jourdan, nunca llegaron ya que permanecía en Logroño sin saber a donde dirigirse.
  • El terreno de la Llanada estaba plagado de arroyos, arbolado y parcelas de cultivo acotadas por muretes que hacía imposible las cargas de caballería. Igualmente la artillería apuntaba a objetivos parapetados tras los altos árboles, y nunca alcanzó una posición dominante desde la que cubrir sin obstáculos de visión. No se teme a lo que no se ve.
  • Las tropas españolas destacaron sobremanera en ambas alas, siendo además infravaloradas por los mandos francesas que nunca enviaron fuertes divisiones para hacerlas frente.
  • La ayuda inestimable del General Alava, mano derecha de Wellington que, como si fuera un topógrafo, marcaría los puntos débiles de acceso a su querida llanada Alavesa.
  • Los valientes habitantes de pueblos y aldeas alaveses que guiaron a las tropas aliadas por senderos y atajos desconocidos para extranjeros y, a su vez,  perjudicaron a las tropas francesas en la medida de lo posible.
  • El convoy imperial sufrió la devastadora consecuencia de perder la posesión del ancho Camino Real, cortado en Durana por las tropas enemigas. Sólo le quedaba como vía de escape la estrecha carretera de Pamplona en la que muchos carruajes se quedarían en la cuneta, incapaces de superar los obstáculos con el consiguiente atasco generalizado. Ello unido a la masificación, en la que decenas de miles de soldados se unieron a un mismo camino saturado de civiles.

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Reconocimientos: Agradecimiento especial a mis «jabatas» Adriana y Susana. También a la inspiración que, como un soplo de aire fresco, me han regalado los amigos de la Asociación Alavesa de Miniaturas y Maquetas (AAMM). Mi aprecio a la asociación TOW de Vitoria, con su genial recreación en 15mm de la Batalla de Vitoria.  Y a la buena documentación que he manejado, entre los que se encuentran los libros del Ministerio de Defensa (Guerra de la independencia), el libro del 175 Aniversario de la batalla, y claro está, el libro sobre la Batalla de Vitoria (Battle of Vitoria) de nuestro estimado Emilio Larreina (de reciente reedición); todo ello junto a diversa documentación muy jugosa lograda a través de Internet.  Autor: Alvaro Arroyo.

Comentarios en "La batalla de Vitoria – 21 Junio 1813."

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  1. Txusmari junio 16, 2013 a las 22:09

    ¡Fantástico trabajo! Magnífico de verdad. Le he echado un vistazo superficial y me encanta. Hay que leerlo y estudiarlo con detalle.
    Mi enhorabuena, par ti y tus «jabatas»

  2. Raul Mendo junio 24, 2013 a las 12:49

    ¡Buen trabajo! Lo había visto el martes, pero no detenidamente. Gracias por acordarte de nosotros.

    Enhorabuena.

  3. adrianapolis junio 24, 2013 a las 14:15

    Gracias a ambos por vuestras palabras. Sois geniales.

  4. Fedyus noviembre 7, 2016 a las 21:56

    Aunque descubierto un poco tarde, he disfrutado recreando la batalla sobre mapa, paso a paso, siguiendo tu excelente descripción por esas tierras que bien conozco y amo. Mi enhorabuena!!

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